martes, 10 de febrero de 2009

Sie7e

Dos problemas técnicos en menos de cinco días. Pero ayer no dependió de mí. En todo mi barrio no había internet. Así que, hoy martes voy retrasado en mis entradas y , además, hay mucho que decir. Así que hoy, no perdáis de vista el Palacio del Alma.

Ésta es la séptima entrada que escribo. Y como el siete es uno de mis números favoritos y considero que tiene un “algo” especial, quiero dedicarle estas líneas al número mágico y a todos los que le encontráis algo especial. Y parece ser que lo tiene, y mucho.
El siete es un número muy recurrente en la cultura. Son siete los días de la semana, siete los colores del arco iris y siete los pecados capitales.

En el alfabeto hebreo es la séptima letra, llamada zain. Representa los valores espirituales, que son la finalidad del mundo: Dios creó el mundo en 6 días y el séptimo descansó. El 7 es el resultado de la suma entre 3 (lo celeste) y 4 (lo terrenal). Se considera un número perfecto que simboliza la relación de lo divino y lo humano, cuyo resultado es la creación, llevada a cabo en 7 días. Para casi todas las culturas fue siempre un número mágico.

Siete sacramentos: bautismo, confirmación, penitencia, eucaristía, unción de enfermos, orden sacerdotal, matrimonio. Y también son siete los pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.

Son siete las virtudes teologales: Contra soberbia, humildad; contra avaricia largueza; contra lujuria, castidad; contra ira paciencia; contra gula templanza; contra envidia caridad y contra pereza diligencia;

Siete los dones del Espíritu Santo (Is 11,2): Sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y Temor de Dios.

Siete son las peticiones del Padre Nuestro. En el Libro del Apocalipsis se abren siete sellos antes de que se desate la ira de Dios, que somete al mundo a siete juicios -cuatro para la naturaleza y tres para el resto de las cosas- y es escoltado por siete ángeles que hacen sonar siete trompetas para enviar siete castigos sobre los injustos.

William Shakespeare dividió en siete las edades del hombre: infancia, niñez, el amante, el soldado, el adulto, la edad avanzada y la senilidad.

También se dice que fueron 7 los reyes de Roma y 7 sus colinas.

El 7 es además número masculino que como saeta conduce al cielo.

En la religión islámica hay 7 estadios o cielos.

Qué tendrá este número? Yo espero que los siete días de ésta y de todas las semanas os vaya a todos muy bien. Sed felices, os guste el siete o no...

1 comentario:

  1. ooooooohhhh, sé feliz tú también. Pues la verdad es que el siete no es un número que me guste, no sé por qué, pero es curioso todo lo que cuentas, parece que me va gustando más.
    Un besito!

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