Por circunstancias carentes de importancia para lo que quiero escribir hoy, llevo muchos meses retirado, fuera, out de mi vida laboral "normal". El mundo laboral es todo un mundo, y en mi caso, es un universo digno de protagonizar cualquier culebrón. Yo estoy seguro que en muchas de vuestras profesiones pasará lo mismo, o peor, pero como a mí me ha tocado o, mejor dicho, he elegido vivir las aventuras y desventuras de la mía, no me queda más remedio que hablar de ellas, y me parecen dignas de telenovela de alto presupuesto y gran audiencia. Envidias, codicia, amores, pasiones, luchas, enfrentamientos, rencores, infidelidades, abuso de poder, sexo, más sexo, belleza, juventud, más y más sexo... No me digáis, un Falcon Crest (como me gustaba). Ni el Kowalski ni la Mariné sabrían que hacer con tanto ingrediente, que ya es decir, eh!
Y desde aquí, desde fuera, desde mi montaña de tranquilidad, mi nube de armonía, que absurdo se ve todo. Ahí siguen, en una lucha encarnecida, sin saber muy bien el porqué ni cual será la recompensa final. Cada uno tendrá sus motivos, pero ponerse como se ponen algunas, esos dramones sobreactuados... Desde aquí fuera se ven propios del teatro más esperpéntico de tiempos atrás. Y no sé como se extructuran los vuestros, pero en mi mundo hay como varias familias que, generalmente, se llevan a matar entre ellas. Se ponen verdes, se giran la cara... es más, se burlan, se mofan y, encima, se vanaglorian de ser mejores y ser pertenecer a un clan superior. Además trabajan como las sectas, a todo el que entra le practican una especie de lobotomia y, auntomáticamente, pasan a sentir los mismo que los líderes por el resto de clanes. Todo ello rodeado de un gran manto de lo absurdo porque, repito, no se sabe muy bien por lo que se lucha. No hay objetivo claro, no hay tierra, no hay nada. A mí, desde mi barco en alta mar, con mis prismáticos, sólo me queda mearme de risa, pero no sabéis cuanto. Cuatro gatos, perseguidos y maltratados por perros, lobos, leones y elefantes; peleándose y machacándose entre ellos. Pierden tanta energía.
Ahora que sé que me queda poco tiempo de aislamiento, os confieso tener un poco de temor. No por regresar a la lucha. Pertenezco a un clan que supera y esquiva bien los obstáculos sin meterse con nadie. Toca, de vez en cuando, hacer un buen marcaje, pero sin meternos en peligrosos y sangrientos conflictos. Aunque vamos por la vida con la seguridad y la tranquilidad de saber que tenemos los medios y las armas para ganar complicadas batallas, defendemos la paz y la tranquilidad; y más ahora que la estamos experimentando en su máxima expresión. Mi mayor temor es que, cuando me encuentre en mi día a día, dentro de mucho tiempo, alguno que esté en su montaña, o en su nube, o en su barco y me vea como los estoy viendo yo, hoy, a todos ellos. Sería muy triste para mí reconocerme en sus pieles. Para mí sería como haber perdido unos principios en los que creo cada día más. Y dudo, claro que dudo. Cuantos osados hay que tengan seguridad en lo que les va a pasar, en lo que van a pensar, en cómo van a actuar dentro de diez años!!!! Tendría que cambiar mucho mi cabeza y mi alma, tendrían que haber derruido mi Palacio para entrar en ese juego, pero peores cosas he visto.
De momento, voy a disfrutar de mis últimos días fuera del combate... Escribo estas lineas para que seáis testigos y me reprochéis si algún día os cuento victorioso que me he cargado a todos los miembros de un clan...Aunque, si me tocan mucho la moral, es lo mejor que podría contar aquí. Que, no sé en vuestros mundos pero, en el mío, otra cosa no pero los tocapelotas abundan... Una plaga, tenemos. Si en tu mundo escasean los tocapelotas, escríbeme que te regalo unos cuantos.
Ale!!! Qué ya he terminado, me vuelvo a la nube!!!! Aaainnnnssssss!!!!!
martes, 7 de abril de 2009
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Me has dejado perplejo, no logro dimensionar una familia así. Será porque yo casi no tengo familia (somos muy poquitos), pero te creo, obviamente. Esperemos que las aguas estén quietas, para la salud mental de todos.
ResponderEliminarBesotes, mi querido Mon!!
Lo primero que tiene que hacer un@ cuando se va de vacaciones es dejarse los problemas y el trabajo en casa y disfrutar de su momento.
ResponderEliminarLo que comentas, a mayor o menor escala, creo que pasa en todas partes, aunque no lo parezca;
yo tengo la suerte de ir bastante a mi aire, asi que lo llevo bastante bien.
Supongo que si fuese de otra manera, encontraría la forma de evadirme.
Besos y ánimo.
No creo que haya que prejuzgar, antes de entrar a la acción, porque de esta forma no puedes disfrutar las cosas, todos necesitamos alejarnos para ver otras perspectivas de la vida y no encasillárse, luego me cuentas! besos.
ResponderEliminarJajaja!!! Perdoname Mon, aquí hace mucho calor, hay demasiada humedad y tengo las neuronas encriptadas, entendí cualquier cosa. Yo ya estaba fascinado con tu familia, imposible aburrirse, pensé!!
ResponderEliminarQue tu regreso sea con toda la gloria que te merecés!!
Y el té, en que quedó? Se te rompió la tetera?
Te quiero hermoso!!
BESOTES
Hola Mon.
ResponderEliminarA mi me gustaba , Falcon crest , pero más , DINASTIA , la malvada Alexis era mi heroína.
Los clanes en las empresas , si yo te contará...jeje
Saludos paisano.
Ufff, el mundo laboral!!! Yo quiero vacaciones ya!!!
ResponderEliminarEsperemos que tu regreso a ese mundo no te sea abrupto, Mon.
Besos
Yo en el curro he vivido situaciones parecidas y son un autentico coñazo...Yo me suelo llevar bien con la gente, pero en estas situaciones lo mejor es pasar, agachar la cabeza y currar...Si tu curro es bueno, se podrán meter contigo, pero no con tu curro y al fin y al cabo a las personas las contratan para sacar el trabajo adelante y bien...
ResponderEliminarAbrazotes
Yo creo que lo de los tocapelotas está en todos los trabajos, en mayor o menor grado. Y las drama queens, y los lobos con piel de cordero... etc etc. Yo hacve tiempo tenía la idea de una serie ambientada en mi empresa, que se llamaría "Aquí no hay quien curre".
ResponderEliminarEn fin, ánimos.