martes, 3 de febrero de 2009

Un Día Blanco en la Ciudad


Es muy difícil acordarse de todo lo que nos pasó cuando teníamos diez años. Sólo regresan a tu mente, veinte años después, los días que han sido muy especiales: el día que te rompes una pierna, el que te llevan al zoo y ves un león por primera vez... Días tan especiales como el que tu pueblo amanece cubierto de nieve. Un día como ese la alegría desborda por los cuatro costados. Recuerdo a todos "los mayores" con un brillo especial en los ojos. Que nieve en un pueblo como Barrantes, en la provincia de Pontevedra (tierra de muy buen vino tinto) como en otras muchos lugares es una exquisitez de la naturaleza. Y los que allí vivíamos sabíamos disfrutarlo.








Hoy en día parece que tal experiencia no es del agrado de muchos. Porque con lo que estoy viendo y leyendo en los últimos días me quedo sin palabras. No me puedo creer que tanta gente se crispe y se enfade porque nieve. Además de echarle la culpa al gobierno de las consecuencias, salen en la televisión indignadísimos y cabreadísimos preguntando que dónde están las máquinas quita nieves, que es una vergüenza que la comunidad de Madrid no tenga más...Nena, relájate!!! Os habéis vuelto locos!? Que estamos en Madrid, en la Península Ibérica, no en Siberia. Sin defender a unas siglas o a otras, veo normal que en un día aislado, excepcional se colapse un poco la cosa. Que las máquinas dichosas no caen del cielo. Y es normal que no se tengan, que no se necesitan habitualmente. Y que por un día tampoco pasa nada.








Pero ninguno piensa su propia responsabilidad...¿A dónde vas con el coche con la que está cayendo? Vete a jugar con la nieve y deja que el niño que llevas dentro aflore por un día! Ya continuarás produciendo como una máquina cuando se pase todo. ¿Es que no puedes relajarte y disfrutar de algo excepcional? Estamos tan metidos en esta jungla capitalista que no vemos más allá de nuestra condición de exclavos del sistema. Que no pasa nada si bajamos la guardia. Que no pasa nada si nos sentimos vivos y cambiamos los planes en el último momento. Que no pasa nada. O más bien, pasa mucho, y muy bueno. Que no pasa nada por disfrutar de un día blanco en la ciudad. Como cuando éramos pequeños, que las clases de matemáticas se convertían en clases de escultura y creábamos grandes muñecos de nieve. Y las de historia en una gran batalla de copos. Que no pasa nada.

5 comentarios:

  1. Qué paisajes más bonitos, la nieve cómo decora verdad? muy bonitas fotos y palabras, veo que había todo un poético oculto eh? jejeje me estás impresionando, besos sabios!

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  2. Jolin, la verdad que no sabia que fueras tan buen escritor. Tienes razon en casi todo, la gente no para de quejarse por la nieve, estamos un monton de tiempo hablando de la calor y del cambio climatico, yo me pregunto con este frio y esta nieveque cae, ¿los glaciares no habran crecido? ja ja ja.
    Dejando el tema, soy Dolores de Movientsway, espero que por lo menos por aqui podamos hablar, un saludo.

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  3. Totalmente de acuerdo contigo; relájate disfruta del paisaje!Que yo, por ejemplo, hace tiempo que no disfruto de tal privilegio.

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  4. UUUFFFF!!!!! Qué subidón!!! Gracias por vuestros comentarios. Éstos son mis primeros tres leídos. Dolores, Anika, Salva...Muchísimas gracias. No me imaginaba que fuera tan satisfactorio. Espero veros por estos lares habitualmente. Besos a los tres.

    pd.Dolores, que te llamo...jajajajjaa

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  5. Pues, teniendo en cuenta que yo soy persona en Invierno, y un alma en pena en verano... entenderás que este tema me mole.
    Las fotos son muy chulas, la nieve es chula y fria ( jajaja ), asi que mola aún más. Lo que pasa, es que por Madrid ya estámos un poquito jartitos de tanta nieve. Pero habrá que aprovechar, que en nada suben las temperaturas y se acabó lo bueno.
    Un besote

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