De Melbourne al Cielo

Para un bohemio como yo levantarse a ciertas horas es todo un sacrificio. Pero después de haber visto el buen nivel de tenis que tenemos en este país, merece la pena. Rafa Nadal es una máquina. Es un placer verle jugar, verle luchar. Y lo mejor es sentir el poder mental que tiene. Porque a ver quién es el guapo que soporta esa presión. Independientemente de que como persona no me termina de gustar demasiado, el chico es un gran deportista y es un honor y un orgullo que haya nacido aquí al lado y represente a nuestro país por todo el mundo. Espero que continúe ganándolo todo y dándonos tan buenos momentos como los de ayer.

No me quiero olvidar de Federer. Los momentos que ayer nos hicieron vibrar se consiguieron gracias a que los dos jugadores tienen un nivel impresionante. Y si hubiera ganado el suizo, el partido hubiese sido igual de bueno. Que acostumbramos a tener muy mal perder y a quitarle méritos a lo que no nos interesa. Y él es un gran jugador y lo lleva demostrando muchos años. Espero ansioso el próximo encuentro de estas dos grandes estrellas del tenis.

Pero uno no es de piedra, y disfruta también de lo más básico, lo más cercano a las cuevas y toda aquella época. No me digáis que no tendríamos que clasificar como uno de los mejores momentos esos cambios de camiseta. Que lo bueno hay que lucirlo y lo bello hay que admirarlo. Y estos chicos tienen unos cuerpos de escándalo. Me imagino que la envidia de todos los sucedáneos que se meten en el gym, pinchándose de todo para lucir musculito. Pero donde esté un cuerpo precioso, esculpido por las horas de trabajo que se quiten "ésos" que están hinchados y moldeados en el laboratorio. ¿De verdad que os merece la pena bajar vuestro rendimiento sexual, por ejemplo, y poder así presumir de bíceps? Sinceramente no lo entiendo. Y no me gustan nada. Si el atractivo está en el trabajo que sabemos que representa tener un cuerpo así. Un estilo de vida, una disciplina, una mentalidad. ¿Qué tenéis en la cabeza los que os drogáis para conseguirlo? Sin duda un fiel reflejo de esta sociedad, todo "teatro, lo tuyo es puro teatro"... El mundo de la mentira, de la apariencia, de la etiqueta. Pero ya tendremos tiempo de hablar de esto y mucho más. Hoy me quedo con la adrenalina que ayer me "trabajaron" estos dos ases del deporte y sus dos cuerpazos que da gusto mirarlos. Estoy seguro que más de un escultor los contrataría como modelos para sus esculturas. Os imagináis que el David se convierte en el Rafael...