La Vuelta al Fracaso

La verdad que prometía. Esperaba poder disfrutar de buenos momentos de supervivencia, desafíos y retos. Esperaba conocer mundo desde el salón de mi casa, ampliar mis conocimientos y esperaba también que despertasen en mí las ganas de visitar ciertos lugares del planeta.



Pero me parece que la vuelta al mundo se va a quedar en Venecia. De ahí no pasan. Y es que el formato que nos han intentado vender es un bodrio. Nosotros que somos grandes expertos en gastronomía sabemos que no se debe de mezclar el chorizo con la nocilla o mojar las patatas fritas en refresco de cola. Es lo que han hecho con la vuelta al mundo en directo.

Ha sido una mezcla de supervivientes, con gran hermano, fama (un tipo le bailo a una estatua viviente para conseguir una pista en vez de meterle la mano en todo el paquete… Qué no muerde!!!!), hotel glam (si no dónde encasillamos a la “doble” fea y entrada en carnes de la Pamela Anderson…). Lo único que han conseguido dándonos este mejunje es que se nos revuelva el estómago y cambiemos de canal. Pero no, aquí el menda se lo tragó hasta el final para poder escribir sobre él.
Uno de los puntos fuertes del programa (además de las grandes intervenciones del rubio gigoló de telecinco… es que, ahora que lo pienso, qué pintaban los colaboradores?) es el hecho de hacerlo en directo. Lo único que era en directo es la gala y éste hecho la ha ralentizado al extremo de la desesperación. Éste hecho y que hasta los 45 minutos de programa no pusieron ni un solo video de la aventura, se dedicaron al cotilleo más rastrero y a liar la perdiz. Unos expulsados, que tuvieron que tirarse de 60 metros, hacerles padecer, para finalmente regresar a la carrera aunque no sepamos muy bien porqué. Flipante. Para darle un poquito más de morbo, que no teníamos suficiente, nos quieren hacer creer que no sabían que un miembro de una de las parejas es ex presidiario. Y, con la excusa de protegerles del posible acoso mediático deciden abandonar. Qué drama! Qué de lágrimas! Uf, que humanidad por parte del programa! Que asco!!! Y me lo venden como un programa de aventura???? De qué van? No lo llegue a cronometrar (estuve torpe), pero los minutos de videos que reflejan la aventura y la carrera fueron bien escasos. Las pruebas infantiles, aburridas, larguísimas y de dudosa resolución, como la que pudimos presenciar en directo. Y los datos curiosos de los lugares por los que han ido pasando (que no sé muy bien cuales han sido) o de sus gentes brillaron por su ausencia. Un bodrio!!!! Pero bodrio, bodrio!!!







Pues ale, el rubio que se vuelva con mama Quintana, y los demás para sus casas. A los que nos gustan los programas de viajes y de aventuras seguiremos esperando a Pekín Express.