Hola, soy Mon y soy un cabezón. Me encanta como suena esta frase. No te creas, ser cabezón tiene grandes ventajas. Gracias a esta parte de mi personalidad he conseguido muchas cosas en esta vida. De hecho, sigo luchando día a día por alcanzar mis metas y mis sueños y estoy seguro que no hubiese conseguido triunfar en mi profesión de no ser así. Ser testarudo tiene su recompensa. Pero tiene su otra cara, el lado oscuro. Es que soy cabezón y Tauro. Nunca he creído demasiado en los signos pero en este caso, en mi persona, coincide aplastantemente. A lo mejor por eso incrementa los niveles de tan controvertido rasgo de mi personalidad. Es muy interesante la de veces que uno no da su brazo a torcer aún sabiendo que el motivo de disputa es aplastantemente insignificante. De estudio. Aún sabiendo que las cosas siempre son más sencillas de lo que parecen, y que hablando podemos alcanzar unos niveles de entendimiento incontrolables por el ser humano; ahí seguimos, contra la pared. Y lo mejor es cuando te topas con otro "taurus". Eso es digno de televisar, ahora que estamos en la era de los estudios sociológicos en abierto. Es todo un espectáculo ver como los dos miembros de la manada, combaten entre ellos sin descanso. Todo antes que retirarse de la embestida. Y son capaces de estar horas y horas encornándose el uno al otro. Luchan uno contra el otro hasta caer extenuados. iQué maravilloso es el reino animal! Los seres humanos lo tenemos más difícil. Tenemos que enfrentarnos dos enemigos acérrimos. En primer lugar a nosotros mismos. No hay cosa que nos cueste más que hacer una autocrítica. Es más fácil aceptar la crítica de otra persona que hacer el ejercicio de auto examinarnos y profundizar en nuestros errores. El segundo enfrentamiento es el de pedir perdón. Pero hacerlo de verdad y desde el corazón, con el único fin de conseguir resolver las diferencias y poder continuar avanzando por el camino de la armonía y haciendo más fuerte el vínculo que nos une. Hace tiempo que pienso que cuando dos resuelven un conflicto medianamente importante, esa relación sale reforzada. Merece la pena luchar por un amor (del tipo que sea), con mucha más cabezonería que la utilizada en provocar un distanciamiento.
jueves, 5 de febrero de 2009
¿Quién puede más?
Hola, soy Mon y soy un cabezón. Me encanta como suena esta frase. No te creas, ser cabezón tiene grandes ventajas. Gracias a esta parte de mi personalidad he conseguido muchas cosas en esta vida. De hecho, sigo luchando día a día por alcanzar mis metas y mis sueños y estoy seguro que no hubiese conseguido triunfar en mi profesión de no ser así. Ser testarudo tiene su recompensa. Pero tiene su otra cara, el lado oscuro. Es que soy cabezón y Tauro. Nunca he creído demasiado en los signos pero en este caso, en mi persona, coincide aplastantemente. A lo mejor por eso incrementa los niveles de tan controvertido rasgo de mi personalidad. Es muy interesante la de veces que uno no da su brazo a torcer aún sabiendo que el motivo de disputa es aplastantemente insignificante. De estudio. Aún sabiendo que las cosas siempre son más sencillas de lo que parecen, y que hablando podemos alcanzar unos niveles de entendimiento incontrolables por el ser humano; ahí seguimos, contra la pared. Y lo mejor es cuando te topas con otro "taurus". Eso es digno de televisar, ahora que estamos en la era de los estudios sociológicos en abierto. Es todo un espectáculo ver como los dos miembros de la manada, combaten entre ellos sin descanso. Todo antes que retirarse de la embestida. Y son capaces de estar horas y horas encornándose el uno al otro. Luchan uno contra el otro hasta caer extenuados. iQué maravilloso es el reino animal! Los seres humanos lo tenemos más difícil. Tenemos que enfrentarnos dos enemigos acérrimos. En primer lugar a nosotros mismos. No hay cosa que nos cueste más que hacer una autocrítica. Es más fácil aceptar la crítica de otra persona que hacer el ejercicio de auto examinarnos y profundizar en nuestros errores. El segundo enfrentamiento es el de pedir perdón. Pero hacerlo de verdad y desde el corazón, con el único fin de conseguir resolver las diferencias y poder continuar avanzando por el camino de la armonía y haciendo más fuerte el vínculo que nos une. Hace tiempo que pienso que cuando dos resuelven un conflicto medianamente importante, esa relación sale reforzada. Merece la pena luchar por un amor (del tipo que sea), con mucha más cabezonería que la utilizada en provocar un distanciamiento.
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jejeje nada más empezar la entrada y leer lo de cabezón, he recordado mentalmente "era tauro, verdad?" jejeje y líneas más abajo leo lo del signo je
ResponderEliminarSabes? las mejores amistades que he tenido y tengo en mi vida coinciden que son de ese signo, curioso, verdad? será porque aparte de cabezotas, guardais grandes tesoros!
Ay, hijo... pues te digo que mi hermano es también Tauro y cabezonería no le falta, no, descuida. O sea, que debe ser cosa del signo.
ResponderEliminarGracias por pasarte, por cierto (yo más que al gay que lleva Vicky dentro, a quien hubiera llevado para las negociaciones es a María Jiménez, que creo que hubiera dado grandes resultados... ¿te la imaginas? Los hubiera desencorsetado ella por la vía rápida...).
Debe ser cosa del zadiaco porque mi padre es tauro, y vaya tela.
ResponderEliminarComo tu bien dices hay veces que por cabezoneria no solucionamos las cosas, (y hay que ver lo que nos perdemos), pero hay un refran que dice (nunca es tarde si la dicha es buena). Un saludo
Genial reflexión, totalmente de acuerdo, nunca hay que dejar de luchar por los sueños. Así que tauro, vaya tela!, pero aún así me llevo bastante bien con vosotros más que con otros signos. Yo soy escorpio.
ResponderEliminarBesos
Pues yo soy Virgo... ( sonido de grillos en el silencio absoluto )
ResponderEliminarY también soy cabezota, hasta límites insospechados, asi que, no creo que la terquedad sea exclusíva de un sígno determinado. Y también me da frutos, la amplia mayoria de las veces, y disgustos, uffff, muchos.
Un beso
Bueno cabezón de desmonto un poco eso que en tu caso "coincide aplastantemente", lee estas frases:
ResponderEliminar"No les gusta dejar nada a la improvisación, para así no tener demasiadas sorpresas, ni tampoco ser líderes, sino seguir a un cabecilla".
"Se trata de personas a las que no les agradan los cambios, ni a nivel de trabajo, ni en su ropa o modo de vida".
"Suelen ser muy discretos en el vestir, y por eso le gustan los colores oscuros y clásicos como el azul para su ropa".
"Tampoco les va eso de llamar demasiado la atención, por eso su ropa y maquillaje en el caso de las mujeres Tauro es bastante discreto y formal".
"Su color es el azul, su piedra la amatista, fina y de tonalidades discretas, acorde con los Tauro".
Te reconoces......., ja ja.
Al leer lo que has escrito me he metido en una página para ver todo lo que decían de los tauro, y esto ha sido buenisimo.
Un beso muy grande de Aries, que cabezota también soy un rato, aunque yo cambio eso de cabezota por persistente.
Ciao.
Verónica